Creo que la profesión de agente inmobiliario es uno de los trabajos en el que mayor implicación personal existe, y no sólo por la importancia de la transacción económica que supone para las partes implicadas, sino también, por el valor emocional que ello supone.
En la compraventa de una vivienda se establece un vínculo muy fuerte con el cliente (tanto si es vendedor como comprador), llegando a establecerse una relación de confianza durante todo el proceso, que no solo me afecta a nivel profesional, sino también, a nivel personal….
- – Cómo no me va a afectar…. si la mayoría de las veces, priorizo mi vida profesional en detrimento de mi vida personal, familiar o social.
– Cómo no me va a afectar…. si me esfuerzo por atender a mis clientes cualquier día de la semana a cualquier hora.
– Cómo no me va a afectar…. si pongo en juego mi dinero todos los meses, a expensas de que pueda cerrar un mes formidable o un mes horrible.
Y, por supuesto, que cometo errores y estoy segura de que aún me queda mucho por aprender y mejorar, no lo dudo, lo único que intento es hacer mi trabajo con la mayor profesionalidad, esfuerzo, constancia y dedicación (esos son los valores que me han inculcado).
Me quedo con todas aquellas experiencias que aportan valor a mi trabajo y me hacen ofrecer un mejor servicio a mis clientes.
Me quedo con todo aquello que me pueda hacer mejorar no solo como profesional, sino también, como persona…
A todos mis clientes, gracias por estar ahí